domingo, 7 de septiembre de 2008

VIOLETA, AL CENTRO DE LA INJUSTICIA.


Rodrigo Pérez nos mintió. Anoche asistimos a su última puesta en escena y nos dijo que esta obra no pretendía contar la vida de Violeta Parra, sino que era un tributo a su persona. Pues no fue lo uno ni lo otro.
La obra "Violeta, al centro de la injusticia", es un claro ejemplo de cómo las personas que valen perduran por sus palabras, y eso fue lo que vimos. Vimos a la Violeta hablar, cantar, denunciar, pregonar y alegrar al público presente por medio de las voces de los 6 actores que dan vida a este montaje.
Con una escenografía limpia, sin mucho artolugio, la obra se deja contar de una forma festiva, recordando, como han dicho otros, a la Carpa de la Reina, que otrora la trovadora tenía en esa comuna.

Es así que alguien tararea una canción despacito y luego otra la sigue a voz en grito, comienza  a hablar la violeta, discurso que dura una hora y quince minutos. Así vamos cantando sus canciones, vamos conociendo sus pensamientos y sus dichos en una atósfera que nunca se pierde. Impecable direccción de Rodrigo Pérez, aunque las actuaciones son dispares (mucho mejor las mujeres) y las coreografías no se logran en su plenitud, tal vez por el poco oficio de los actores.
Con todo, esta obra es una de muy buena factura y digna de ver varias veces, ya que, como todo musical, las canciones son pegajosasl, y claro, mejor en este caso, que se trata de las de Violeta Parra.