domingo, 7 de septiembre de 2008

VIOLETA, AL CENTRO DE LA INJUSTICIA.


Rodrigo Pérez nos mintió. Anoche asistimos a su última puesta en escena y nos dijo que esta obra no pretendía contar la vida de Violeta Parra, sino que era un tributo a su persona. Pues no fue lo uno ni lo otro.
La obra "Violeta, al centro de la injusticia", es un claro ejemplo de cómo las personas que valen perduran por sus palabras, y eso fue lo que vimos. Vimos a la Violeta hablar, cantar, denunciar, pregonar y alegrar al público presente por medio de las voces de los 6 actores que dan vida a este montaje.
Con una escenografía limpia, sin mucho artolugio, la obra se deja contar de una forma festiva, recordando, como han dicho otros, a la Carpa de la Reina, que otrora la trovadora tenía en esa comuna.

Es así que alguien tararea una canción despacito y luego otra la sigue a voz en grito, comienza  a hablar la violeta, discurso que dura una hora y quince minutos. Así vamos cantando sus canciones, vamos conociendo sus pensamientos y sus dichos en una atósfera que nunca se pierde. Impecable direccción de Rodrigo Pérez, aunque las actuaciones son dispares (mucho mejor las mujeres) y las coreografías no se logran en su plenitud, tal vez por el poco oficio de los actores.
Con todo, esta obra es una de muy buena factura y digna de ver varias veces, ya que, como todo musical, las canciones son pegajosasl, y claro, mejor en este caso, que se trata de las de Violeta Parra. 

domingo, 30 de marzo de 2008

MIRAGEMAN

Creemos que muchos se han preguntado, más todavía los fanáticos de los cómics, como sería tener un Superhéroe en nuestra patria, sí, en Chile. Pues, para ser honestos, estamos seguros que Mirageman, la nueva película de Ernesto Díaz Espinoza, responde a cabalidad esta pregunta.
Y es que nuestro primer superhéroe está lejos de ser un estereotipo de las grandes películas de superhéroes del norte, con poderes, autos fantásticos y toda la parafernalia que rodea a los enmascarados, porque, ha decir verdad, Mirageman NO TIENE NADA. Así, literalmente. El personaje es un hombre común y corriente, con una vida trágica, con un hermano enfermo mental, y un trabajo que no le place. Vive en el subsuelo, tal vez de ahí su primer impulso por "salir del hoyo", practicando artes marciales en secreto.
Y qué es lo distinto, pues nosotros, la sociedad chilena, una fotografía muy exacta de como lo recibiríamos. En el film se muestra que nadie cree en él, que nadie puede tomar la justicia por su mano, la prensa lo ridiculiza y luego lo alaba (clave el personaje de Maríe Elena Swet, Carol Valdivieso), en el constante juego de lo privado-público.
Por su parte, Mirageman inventa trajes ridículos para combatir el mal, cree en sus valores pero nadie los respeta, porque, como dijimos antes, somos una sociedad chaquetera. Incluso el ayudante de nuestro superhéroe, Pseudo-Robin, es un fiel representante de lo que se denomina incosecuencia. Cabe señalar que este personaje se "roba" la película.
Recomendamos ir a ver Mirageman con la advertencia que no econtrará grandes efectos especiales, cuidados diálogos intelectuales (que dicho sea de paso estarían de más, porque las acciones hablan por sí solas), ni un hombre enfundado en mallas. Usted encontrará una muy buena película de fino humor, esperanza para los que aún creen en ella y claro, golpes y patadas bien hechas y bien puestas, que han hecho famoso a su protagonista, Marko Zaror.

jueves, 31 de enero de 2008

Festival de Teatro Santiago a Mil 2008

EDUARDO II

Tres cosas hay que decir de este montaje:

1. Bien por el Teatro Nacional Esloveno Drama de Ljubljana, por montar obras isabelinas contextualizadas a nuestra realidad, y bien por Chistopher Marlowe que se desenmarca de W. Shakespeare, pues su prosa es menos adornada, menos berborreica, más directa y más viceral.
2. Excelentísimas actuaciones, notables todas, pero queremos destacar la de la reina Isabella (Silva Cusin), una mujer que contiene todo con su rostro, sus ademanes y gestos. Aquí ocurre algo gracioso con el teatro acostumbrado, en donde las mujeres por tradición son mas demostrativas y extrovertidas con las emosiones y los hombres más contenedores. Aquí ocurre lo contrario y es valorable; los hombres son los que más chillan, lloran, patean, ecupen, aman, bailan y las mujeres fruncen el seño. Bien por estas memorables actuaciones cuyo vestuario ayuda a canalizar la emosión.
3. La dirección, que es audaz y contextualizada, ayuda a marcar el carácter de los personajes y lo que se mencionaba antes; la inversión de los roles.

viernes, 25 de enero de 2008

Festival de Teatro Santiago a Mil 2008

2666
(de Roberto Bolaño)
Aquí sólo queremos destacar una verdad publicada. Las 5 horas, REALMENTE, pasan volando. La Compañía del Teatro Lliure de Barcelona, acertó en llevar a las tablas esta monumental obra de Bolaño.

Si bien el principio es flojo, la historia no deja de estar bien contada y el tema que subyace (el asesinato de las mujeres de Juarez, en Méjico), siempre está presente. Esto es un acierto porque en la cuarta hora, el tema rompe con todo y de una manera muy emocionante.

El teatro que desfila es variado en su forma y formato, lo que se agradece, pues el público siempre es diverso y los críticos cada vez más... bueno... eso.

La actuaciones son sólidas y de sorprendente destreza física.

Si usted no ha leido la obra, vaya a verla, así evita leer el libro, como nosotros.

Festival de Teatro Santiago a Mil 2008

LAS BRUTAS


Esto, es sin duda, lo mejor que saca J. Radrigán cuanso se sienta a escribir.

En una puesta en escena minimalista, R. Pérez saca a relucir lo mejor, las mejores armas, los mejores chistes, las mejores tristezas de tres mujeres solas, muy solas, y cuyo fin, le suicidio, no es una opción, sino una obligación, lo único que les queda al final de la vida.

Con sólidas actuaciones de parte de las 3 atrices (A. Noguera, C. DiGirolamo, C. Saavedra, esta última muy destacable), la obra nos adentra en las razones personales que estas tres mujeres tuvieron suicidarse amarradas, no sin antes barrer a chuchillazos con todos los animales que tenían.

La obra no es nueva, pero esta re-visita que hace R. Pérez, quien en sus propias palabras "J. Radrigán es le mejor dramaturgo de Chile, logra darle contexto y enjundia a lo que todos sabemos pero que ignoramos; el nulo cuidado que tenemos con nuestras mujeres.

Vaya a verla si cree en el Festival de Teatro Santiago a mil, y si no, vaya a verla igual.

Una historia bien contada vale mas que mil montajes vanguardistas, creemos.